Si se observa desde una perspectiva metafísica, en tiempos de paz, en política, se discute sobre el “modo de ser” de la polis; si hay que dar más o menos pensiones, si hay que cobrar más o menos impuestos, si hay que construir parques, si hay que reducir el volumen de emisiones de CO2, etc. En tiempos de guerra, en cambio, la discusión sobre el modo de ser de la polis queda en un segundo plano, pues los que está en juego es si se es o no se es; la existencia. Cualquier intento de vestir la guerra de discusión democrática es una falacia. Si lo llevamos al plano de los abortados, un embrión puede ser de muchos modos: blanco, negro, deseado, indeseado, etc. Pero no debería concebirse la opción de que no sea. Es contradictorio que el modo de ser de algo sea no ser, pues si admite modos de ser es que es. No es una opción. Plantearla es situarse en el plano metafísico de la existencia, en el que solo es posible una acción: acabar con ella (guerra).
JOAN FRANCESC PUIG, filósofo.